Reseña de «Alias Grace» de Margaret Atwood: El relato de una condenada que no te esperas

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Acostumbrada como estoy a las geniales distopías de Margaret Atwood, no sabía muy bien qué iba a encontrarme cuando decidí leer Alias Grace, una novela basada en hechos reales que profundiza en la vida de Grace, una criada que en el siglo XIX fue condenada por participar en el asesinato de dos personas, suceso que fue muy mediático en la sociedad canadiense de la época y que levantó muy distintas opiniones al respecto. Adelantando un poco mi veredicto acerca de este libro, ya te comento que esta faceta de la autora desconocida para mí hasta el momento, me ha gustado mucho más de lo que  podía imaginar.

En Alias Grace, Atwood se inspira en estos asesinatos reales para componer un relato más o menos imaginario acerca de la vida de la acusada quien, con una cara angelical y un comportamiento modélico en el cumplimiento  de su condena perpetua, despista a carceleros, párrocos, médicos y psiquiatras, que no tienen muy claro que la mujer pudiese  haber participado activamente en un doble homicidio con tan sólo 16 años, e incluso hay quien se inclina a pensar que algún trastorno podría haberle nublado el juicio. Por este motivo, Simon Jordan, un joven médico europeo a la vanguardia de las investigaciones sobre enfermedades mentales y apasionado de las nuevas teorías acerca del subconsciente, acepta el encargo de un grupo de allegados a la prisionera, para que, con un estudio más minuicioso de su mente, ayude a lograr un indulto. Así, a través de los recuerdos que Grace va desgranando a Simon, el lector irá conociendo toda la trayectoria vital, desde su primera infancia en su Irlanda natal, hasta el peligroso viaje en barco que la llevó a Canadá y los posteriores acontecimientos que la condujeron a trabajar finalmente como criada en casa de  Thomas Kinnear, cuyo asesinato junto al de su ama de llaves, Nancy, supuestamente ayudó a ejecutar a instancias del inestable y violento mozo de cuadras de la propiedad.

Todo el relato de Grace parece coherente, real y plausible pero, conforme se acerca al día de los asesinatos, su mente empieza a  mostrar lagunas y su discurso tiende a flaquear. ¿Se trata entonces de alguna especie de trastorno bipolar?, ¿o simplemente esta inteligente mujer miente? Estas dudas asaltan continuamente al lector que no sabe muy bien qué pensar. A mí, sin ir más lejos, me ha costado mucho discernir si Grace fue quien tuvo la idea del crimen y engatusó a su enamorado mozo de cuadra, o bien, por el contrario y tal como afirma en su narración, ella fue víctima de las circunstancias y le siguió el juego al mozo para salvar su propia vida. Además, me he tenido que enfrentar a la duda de si la protagonista miente y manipula a los demás todo el rato, o si  lo ocurrido se debió a un trastorno de personalidad que su mente se empeña en reprimir. Tendrás que sacar tus propias conclusiones porque, al igual que ocurre en Los renglones torcidos de Dios, el final queda abierto a este respecto, aunque yo tengo una firme teoría que no voy a exponer para no hacer spoiler, pero que creo que va en consonancia con la intención de la autora, y cuyo título del libro ya da una pista clara.

Alias Grace es una novela muy buena, pero su narración presenta algunos altibajos y adolece de un comienzo que se hace un poco difícil de superar, porque desconcierta bastante y no tiene un buen ritmo. Para mí, el punto que me enganchó a la historia fue cuando Grace empieza a contarle su vida al médico, momento en el que logré empatizar con la protagonista y pude contextualizar por fin toda la trama. Sin embargo, las pausas en esta historia para centrarse en el ir y venir de Simon, me han aburrido bastante, aunque las ansias por saber qué ocurrió el día del crimen que hasta el momento sólo había visto trazado vagamente, me impulsaban una y otra vez a seguir pasando páginas, con un resultado final más que satisfactorio.

A pesar de mostrar temas recurrentes en su obra como el papel de la mujer en la sociedad, la servidumbre, la miseria, la crueldad o las desigualdades sociales, no esperes en esta novela a la Margaret Atwood de títulos como El cuento de la criada o la trilogía MaddAddam, porque su estilo en este libro es muy diferente, demostrando su talento más allá del género distópico. Otro imprescindible de Atwood que yo, de ti, no me perdería. 

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