«Ready player one»: una ficción bastante realista

Ready player one es el debut de Ernest Cline como escritor y una novela que me tenía intrigada desde hace meses. Cuando conocí este libro y leí su sinopsis me propuse hacerme con él porque me parecía tan interesante como original y, finalmente, puedo decir que no me ha decepcionado lo más mínimo.

La historia narrada transcurre en 2044, un futuro no muy lejano en el que el mundo como lo conocíamos ha llegado a su fin: las energías fósiles están a punto de agotarse y la humanidad atraviesa por una crisis sin precedentes en la que el hambre, la pobreza y las desigualdades son la tónica general. Sin embargo, la tecnología sigue avanzando a pasos agigantados y la gente escapa de su triste realidad a través de un videojuego de realidad virtual llamado OASIS, que se convierte en el modo de vida de millones de personas, pues recrea ámbitos reales como escuelas, universidades, zonas de ocio, etc.

El libro comienza con la muerte del creador de OASIS y la emisión de un vídeo grabado por éste poco antes de morir en el que prometía legar su insultantemente inmensa  fortuna a aquel que encontrara un huevo de pascua escondido en el mundo virtual recreado en OASIS, a través de una serie de pistas y pruebas que no cualquiera puede descifrar. Wade (más conocido por Parzival, el nombre de su avatar) es el protagonista de esta historia que engancha desde el principio al público en general y a un sector más friki, geek y gamer en particular.

Uno de los encantos de este libro radica en el homenaje que se le hace a la década de los 80. El creador de OASIS vivió su adolescencia en esta época y la historia utiliza de manera recurrente elementos de la cultura popular ochentera: películas, actores, videojuegos, bandas, canciones, consolas, juguetes, etc. aparecen una y otra vez con un matiz de nostalgia que los que nacimos o fuimos niños o jóvenes en esa década podemos apreciar de manera especial. Así, la historia presenta un futuro poco esperanzador en el que casi todo lo deseable o valorable se remonta a décadas atrás.

La acción también juega un papel fundamental en esta novela, aunque de manera peculiar ya que se basa casi siempre en partidas de videojuegos y, además, no falta un toque de reflexión al presentar una realidad alternativa dotada de experiencias casi reales a las que casi todos los personajes acuden pero que, en el fondo, sigue sin ser la vida real, la cual nunca puede llegar a ser sustituida completamente por nada. De este modo, el libro presenta los peligros bastante reales de que, por un lado, la humanidad explote sus recursos naturales hasta agotarlos y asistir al fin de la civilización hasta ahora conocida y, por otro lado, que se acaben reemplazando las carencias reales por realidades virtuales que, al final, no acaban de satisfacer al ser humano.

Desde luego, Ready player one es un libro muy recomendable tanto si eres friki como si no y, si eres aficionado a las historias futuristas o post-apocalípticas tan en boga últimamente, esta historia es de obligada lectura por su originalidad, pero, sobre todo, porque el futuro que presenta no es en absoluto descabellado y una ficción recreada nunca antes ha tenido tantos matices de realidad. Así que ¿Preparado, lector?